viernes, 13 de agosto de 2010

Bled, de aguas turquesas

El pasado domingo por fin empezamos a hacer turismo dentro de Eslovenia. Y como buenos turistas, elegimos el más turístico lugar para comenzar: el lago Bled. 
Eslovenia es famosa por sus paisajes naturales, y dentro de este campo sus principales atractivos internacionales son las cuevas de Postojna (Postoina) y los lagos Bled y Bohinj, famosos por el intenso color verde aturquesado de sus aguas. El viaje desde Ljubljana en autobús dura una hora y cuarto y se paga a 6,50 euros el trayecto, saliendo autobuses cada hora durante prácticamente todo el día. La parada del autobús es prácticamente al pie del lago; sólo hay que descender una cuesta en el medio del pueblecito, durante la que puedes contemplar el Castillo de Bled sobre el acantilado a tu derecha. 

Todo tiene su punto negro y en mi opinión, destrozando la maravillosa vista que ofrece el hermoso lago de color imposible, rodeado de verdes montañas (aquí consideradas colinas) y ese castillo que domina desde arriba, a la izquierda han construído un complejo de hoteles al más puro estilo "Benidorm", por lo cual, es recomendable mantener siempre el rostro girado hacia la derecha y no dañar la hermosa visión con tal monstruosa arquitectura. 

El color del agua es tal cual como lo podéis ver en las fotos de cerca. No hemos retocado nada en photoshop. En las demás fotos se vé más oscuro por que también, como observáis en el cielo, el sol se nos escapó y comenzó a llover durante alrededor de media hora o así, por lo que el agua se oscureció. 
La verdad es que sigue siendo un misterio para mí, cómo es posible que el agua esté tan sumamente clara y tenga ese color tan intenso, que ni siquiera una piscina artificial consigue. Y más misterioso para mí es que, al igual que en el Adriático y en el río al otro lado del país en el que también nos bañamos, el agua está caliente como el caldo. 
Si queréis disfrutar de una escapadita romántica, en familia o de aventuras, Bled es perfecto. Tanto el lago como los alrededores ofrecen muchísimas actividades para realizar al aire libre: rafting, paracaidismo, remo, kayak, buceo y lo que ellos llaman "canoying", que no es el descenso en canoa, sino una excursión a través de los cañones del río que incluye nadar, correr, saltar, escalar y todo lo que sea necesario para superar los obstáculos que se encuentren.
En la oficina de turismo tienen muchos programas guiados a los que puedes apuntarte, y los precios no son tan disparatados como se puede pensar en un principio. 
Otro de los atractivos que hace especial a Bled, es la pequeña isla en el centro del lago. En la isla no hay más que una iglesia y dos o tres casas construidas en la cima del peñón, reconvertidas ahora en restaurantes. Para acceder a la isla hay varias opciones: desde varios puntos del lago salen cada media hora aproximadamente, barcazas en las que un señor te transporta al más puro estilo veneciano hasta la isla por el no módico precio de 12 euros ida y vuelta. Con esto, además de ser bastante caro, no puedes permanecer en la isla más de media hora, ya que la barcaza espera por ti para regresar y es al regreso cuando pagas el importe del billete. 
Urban y yo no pudimos evitar hacer los cálculos de cuánto ganará el señor de la barca en un mes, pues a 12 euros por persona, 10 personas mínimo por barca, 8 viajes mínimo por día, 5 días a la semana (imagino que en verano estos cinco días incluyen el fin de semana sí o sí) y 4 semanas al mes... hacen un total de ¡19200 euros al mes! Por lo que, si trabaja tres meses en verano, ganará ¡¡¡57600 euros!!! Esto supone un sueldo de 960 euros al día (algunos en España matarían por llegar a el). Imagino que para poder trabajar en ello deberán pagar un buen impuesto, y también debemos tener en cuenta que en invierno los turistas se reducen radicalmente. Aún así, estas barcas trabajan bastante más de tres meses al año, pues semana santa es otra gran temporada turística en Bled. Las enormes casas que hay construidas alrededor del lago imagino que no se habrán levantado gratis.
En fin, dejando al lado el tema monetario de los barqueros, y si no te apetece sumar 12 euros a su sueldo diario, tienes también la opción de alquilar una barca y sacarle brillo al músculo de tus brazos, por 10 euros la hora. En realidad es bastante más económico, puesto que si la alquiláis entre varios os saldrá mucho más barato. Aún pagando dos horas para dos personas, 20 euros será más barato que los 24 que nosotros pagamos al barquero ida y vuelta. 
También hay una última opción, y probablemente sea la que os haga sentiros más orgullosos: ¡a nado! Aunque nosotros no pudimos bañarnos porque una servidora se olvidó el traje de baño en casa, es posible y mucha gente nada hasta la isla. La distancia parece asequible y el agua no es pesada. 
Una vez en la islita, muy mona y muy bonita, hay una tradición de la que nos enteramos al volver que dice que si pides un deseo y tocas la campana, se cumplirá. Como no les debe llegar el dinero que les sacan a los turistas, ahora tienes que pagar 3 euros para entrar a la iglesia y pedir tu deseo (para que luego digan que soñar es gratis). La idea de pagar por ver una iglesia, algo que PERTENECE AL PUEBLO, y mucho más si eres cristiano y aún por encima la has pagado tú, no nos pareció muy buena, por lo que la desechamos. 
Nos quedó pendiente de visitar el castillo. Éste está situado, como ya he mencionado antes, en los acantilados que dominan el lago, por lo que no es un camino de rosas acceder a él. Después de caminar para un lado y para el otro toda una ribera del lago, decidimos que era bueno dejar algo por ver en Bled, para tener una excusa para regresar. 
La próxima vez intentaré no ir por unas horas, sino tener la oportunidad de ver el lago de noche, pues sin duda tiene que ser espectacular. 

Un saludo a todos! =)

1 comentario:

Anónimo dijo...

SON MUY BONITAS LAS FOTOS DEL LAGO Y DEL PAISAJE!!! BY LORE