martes, 20 de enero de 2009

Cansada de buscar

Martes 20 de enero

Hoy es un día muy extraño. Realmente las últimas dos semanas han sido muy extrañas.
Llevo una hora y media sentada en la butaca con el ordenador sobre las piernas intentando hacer algo. Intentando escribir, intentando trabajar… y no puedo. No me apetece hacer ninguna de las dos cosas, pero me siento obligada a hacerlas de distinta forma.

En el proyecto, más me vale ponerme ya que estamos entrando en la recta final y he de tener terminado mi concepto para el día 12 de febrero. Pero cada vez que me pongo con la dichosa alfombra me entran sudores fríos. He acabado por verme documentales sobre los Emiratos Árabes Unidos a ver si me daban alguna idea de cómo voy a hacer que los árabes vuelen en el futuro… Complicado.

Escribir es uno de los temas que me está torturando con mucha fuerza. He tenido tantos meses de parón, meses que casi se han convertido en un año, que ahora me cuesta muchísimo retomarlo. Para ambas novelas he de leerme- y saberme al dedillo- previamente todo lo anterior, que en un caso son sólo cuatro capítulos, pero en otro son 700 páginas. A eso hay que añadirle la búsqueda de información que requieren. Nada fácil según lo que sea y lo que es, no es nada fácil de encontrar.

Escribir siempre fue mi vía de escape ante el diseño, pero en los últimos meses el diseño me ha consumido tanto que ahora la dificultad de hacer aquello que me relajaba me está matando. Lo necesito. Lo necesito tanto como respirar y sin ello siento que me falta el aire.

Hace unos días, al cerrar las cortinas para irme a dormir, diez estrellas brillaron justo enfrente de mi ventana formando la constelación de Orión. Las siguientes tres noches no pude parar de pensar en esos personajes, en el principio de la tercera novela que lleva empezada un año… es como una dulce pesadilla que no deja de atormentarme. He conseguido avanzar un poco esas primeras hojas, y fui escasamente libre mientras lo hacía. Pero de nuevo estoy parada. No puedo dejar de pensar en ello, y en mi mente de nuevo estoy viviendo todo lo que sucede en la novela como si se tratara de una película, pero es como si mi mente se bloqueara al abrir el Word. Empiezo a saber lo que significa el famoso pánico del escritor ante el papel en blanco.

Perder esos momentos de calma que siempre habían conseguido evadirme ha hecho que vuelvan a mi cabeza los problemas que seguramente ella misma se ha causado, y eso me está matando. Detesto tener esa sensación de angustia en el pecho que uno quisiera arrancarse con las manos, ese embotamiento de cabeza que sólo provoca un malestar que no puede curarse absolutamente con nada más que con el tiempo y la esperanza… La esperanza… En estos momentos… su búsqueda me resulta agotadora.

2 comentarios:

AGR dijo...

Pues chica yo no soy el mejor dando consejos, pero si te sirve mi humilde opinión es que te relajes, analices las cosas y priorices tus opciones; cual de las dos es la que más importa y es la que no puedes dejar para otro momento... pero lo más importante es que te sientas a gusto e intentes difrutar lo que puedas de la vida, que en esta vida hay tiempo suficiente para hacer muchas cosas pero no hay tiempo para arrepentirse.

En fin, no sé si te habrá servido en algo mmm Y yo también me fijaría en los Emiratos, unos país interesante y que algún día me gustaria ver, sobretodo por sus edificios.....

Y cuidado con tener mucho el portatil sobre las rodillas, que puede causar quemaduras jajajaja

Así que, besicos y esperanza!!! que mucha gente, donde me icluyo, nos alimentamos de ella.

Carlos dijo...

Estoy convencido que en cualquier momento volverás a encontrar la inspiración, lo malo es el tiempo, pero sé que cuando quieres algo puedes hacerlo ^_^

Animo señorita mia ;)