domingo, 5 de octubre de 2008

1 de octubre de 2008




Bueno, por fin escribo a solas desde mi propia habitación. Son las 9:52 de la mañana y aunque los que conozcan mi lado “marmota” no se lo crean llevo despierta, al igual que la última semana, desde las siete y pico de la mañana. ¿La razón? Que aquí no hay persianas. ¬¬ Debe ser que no se llevan en Alemania. Con razón se levantan tan temprano. He pensado en comprar (si logro encontrarlas) unas cortinas opacas, pero realmente cuando tenga que madrugar para adaptarme al horario de aquí me vendrá bien recibir el fogonazo de luz todas las mañanas. Así no podré quitarle interminables minutos al despertador para retozar con la cama.
Poco tiempo me queda para poder dormir a mis anchas, pues esta misma semana comenzamos el Start Programm, lo que incluye cursos intensivos de alemán de 8:30 a 13:00 de la mañana. Va a ser agotador, pero lo necesito, ya que no me entero de nada!!!
Hemos empezado a conocer gente por fin. Al principio en la residencia todo el mundo iba un poco a sus asuntos, sin mezclarse demasiado ni hacer por socializar. Ahora va llegando gente nueva, muchos de ellos intuímos que Erasmus al igual que nosotros, y también los veteranos empiezan a hablarnos. Ayer conocimos a un chico de Marruecos que habla español y descubrimos que tenemos un pequeño gimnasio y una especie de sala de fiestas en la residencia. Haciendo pesas Luki conoció a un ruso que, ¡sorpresa!, también habla español y es periodista. Tengo curiosidad por conocerle. Seguro que nos echa una mano con el idioma, ya que hemos hecho un pequeño trato: una hora en alemán y otra en español; así las dos partes salimos ganando.
Otro de los tratos que se van estableciendo es el culinario. XD Ya se han producido las primeras ofertas de intercambios gastronómicos, lo que implica que me veo haciendo tortillas ya que Luki no tiene ni idea de cocinar. A cambio probaré, por ejemplo, un plato indio a base de pescado y pollo.
Parece que lo bueno de este año Erasmus empieza a asomar la cabeza por fin. Mañana empezará la locura de la semana de orientación, que nos dejará para el arrastre probablemente, pero donde conoceremos a mucha gente y espero, la forma de entendernos con ella. Tenemos programados entre otros, viajes a Dortmund y a un parque de atracciones de la Warner (chincha Mariña XDDDD). Esperemos que el tiempo ayude a disfrutarlo ya que ayer comenzó a llover y ha llovido casi sin parar. El cielo está gris. Es una de esas mañanas en las que las nubes son oscuras a pesar de ser tan cegadoramente brillantes.
Las vistas de mi ventana son considerablemente mejorables, ya que me ha tocado en una esquina desde la que contemplo el color marrón oscuro del edificio en todo su sobrio esplendor. Desde aquí veo la ventana de Luki. Tenemos que aprender un código morse de linternas, será más barato que el teléfono, más cómodo que el ascensor y más discreto que los berreos de mi añorada montaña gallega. XD
Todavía no he empezado a escribir de nuevo, pero ahora que tengo mi propio espacio, mi nueva “Naticueva”, los dedos empiezan a hormiguearme otra vez pidiéndome teclear. Justo cuando eso sucede, algo más cosquillea de nuevo en mi estómago. Orión. Creo que la tercera se aproxima a su comienzo.

No hay comentarios: